domingo, 13 de noviembre de 2016

Grandes hijos de puta de la naturaleza: El tejón de la miel


No subestimeis la inquina que cabe en esta criaturita

Os presento al tejón de la miel, también conocido como ratel. Es un pequeño mamífero de África y Asia que ni come miel ni es exactamente un tejón (pertenecen a géneros distintos) así que probablemente sería más exacto llamarle "Grandísimo cabronazo de la sabana".

Os preguntaréis a santo de que dedico unas palabras tan gruesas a un adorable mustélido de palmo y medio. Os aseguro que estareis de acuerdo cuando acabe la entrada. Hablemos en primer lugar de su reconocimiento mundial


En 2002 le concedieron el récord guiness de animal más temerario del mundo. Este animal le planta cara a todo. Se le ha visto atacar leones, atacar búfalos, atacar chacales... Al ratel le es indiferente el tamaño, peso y colmillos de sus oponentes. De hecho la imagen de la derecha está sacada de un documental donde un solitario tejón de la miel plantó cara a 6 leones que no veían como meterle el diente a la bestia.

 La mejor prueba de su agresividad la vio en directo la primera persona que quiso hacer un documental sobre estos pequeños canallas. Estaba grabando a un tejón de la miel rondando alegremente por la sabana cuando de repente le vio dirigirse a un grupo de búfalos y arrancarle las pelotas a uno de ellos de un mordisco.

Así es, amigos, El hijo de la grandísima puta castró a un búfalo por pura maldad. No tenía razón para hacerlo, los búfalos no amenazan a los rateles, no compiten por la comida, no molestan a nadie. El ratel le convirtió en eunuco simple y llanamente porque disfruta con el sufrimiento ajeno. La especialidad de los tejones de la miel son los golpes bajos y es por eso que les he dedicado la primera entrega de "Grandes hijos de puta de la naturaleza". Mientras otros animales atacan al cuello los tejones de la miel arrancan a los animales más grandes el órgano más vital de los machos. Primer punto a favor de su hijoputez.

¿Pero qué come? Quiero decir, a parte de testículos. Pues de todo. Su dieta se basa en prácticamente todo. Raíces, animales más pequeños, animales más grandes, carroña, basura, crías.... ¿Crías? Si, crías. Crías de su propia especie. Cuando el hijo de la gran puta se encuentra una cría de su propia especie ¡¡SE LA CEPILLA!! La mitad de los tejones de la miel no llegan a adultos y mucha culpa de esto lo tienen los propios adultos. Segundo punto a favor de su hijoputez.

La comidita del domingo
Pero hay dos platos que le caracterizan. En primer lugar el que le da nombre. Es el terror de los apicultores pero, como dije, no por la miel. Al tejón de la miel lo que le gustan son las larvas de abejas. La miel es solo la salsa donde mojar su alimento favorito y las abejas un insignificante estorbo a la hora de masacrar a sus crías. Tercer punto a favor de su hijoputez. ¡Ah! y para atacar las colmenas usa un líquido apestoso como las mofetas. Cuarto punto a favor de su hijoputez.

Otro de sus platos favoritos es aquel que le roba a los demás. Parece sentir algún tipo de placer robándole el plato a las serpientes. Luego las mata pero en primer lugar les roba porque es importante humillar a tu comida. Quinto punto a favor de su hijoputez.

Y precisamente en esto voy a dar el primer punto a favor de su genialidad: Es prácticamente inmune al veneno. No solo al de las abejas, que como ya he dicho le dan exactamente igual, si no también al de las serpientes. Cuando pelea contra una serpiente venenosa esta le pica varias veces y cuando al final consigue matarla el ratel también sucumbe a causa del veneno. Pero no muere. Su extraña forma de combatir el veneno es una siestecita de 15 minutos y ¡Ale! A devorar.

Acaba de ser picado por una cobra y solo piensa en dar una cabezadita
Otra de sus destrezas es el escapismo. Son el Houdini del reino animal y para ello se valen de la piel. Les sobra piel por todos lados, es como si les quedase cinco tallas más grande. Esto les permite revolverse dentro de su propia piel y devolverle el mordisco a quien les ataque (Y no son muchos, a pesar de su pequeño tamaño la mayoría de depredadores prefiere evitar una presa que muere matando). Pero no solo son expertos escapándose de sus depredadores, también son muy difíciles de mantener en cautividad. En una reserva africana descubrieron que usaban cualquier cosa para apoyarla contra una pared y escapar como palos o piedras e incluso, cuando retiraron todo objeto susceptible de ser escalado, descubrieron que apilaba excrementos secos hasta poder trepar por ellos. Una vez fuera de la jaula era capaz de excavar bajo verjas, abrir candados y hasta desenrollar alambres. Son pura inteligencia al servicio del odio.

¡Chupao! Estos humanos lo ponen demasiado facil
¿Y qué hace un cabronazo con su recién adquirida libertad? Usarla para hacer el mal. El ratel escapado de esta reserva fue directo a la jaula de los leones... ¡A morderle las pelotas al macho! Literal. Obviamente, por muy mal carácter que tengas si te enfrentas a un animal que pesa 200 kilos más tienes las de perder y este insensato acabó medio muerto. ¿Aprendió la lección? No, padre. En su siguiente escapada el muy inconsciente reincidió en sus torturas genitales con el mismo resultado. Podéis comprobar que cuando se trata de maldad está completamente entregado a la causa.

Llegados a este punto os estaréis preguntando donde vive esta alimaña para evitar esos sitios. Esta vez no será tan sencillo como Australia. A la derecha os he puesto un mapa de su distribución. Pero permitidme que os cuente una última anécdota sobre ellos antes de concluir: Durante la guerra de Iraq se acusó a los soldados británicos de Basra de liberar una especie de diablos para sembrar el cáos en la ciudad. ¿Que había ocurrido realmente? Bueno, siendo una entrada sobre el tejón de la miel podéis intuir por donde van los tiros. Las recientes lluvias habían inundado las llanuras y los rateles invadieron la ciudad en busca de comida instaurando un reinado del terror.

3 comentarios:

  1. Vi un reportaje de ellos esta semana. Corroboro la gran maldad e hijoputez de estos pedazo cabrones

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  2. Pero que nivel de maldad tan elevado de estos pequeños hijos de puta

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